Tanto esfuerzo se ha hecho, tal orgullo se ha obtenido, tal grandeza cultivado. Patriotismo, valor, esas ganas de ser un país en serio, esas ganas de triunfar, de superarse día a día para vivir en digna libertad.
Honorables hombres han luchado dando todo lo que poseían con la sola intención de luego cosechar una patria, poderosa, siendo tal Las Provincias Unidas Del Sur.
Tras la gran victoria por fin obtenida, cada honorable clarín acompañaba estrofas llenas de esplendor: “Y los libres del mundo responden: ¡Al gran Pueblo Argentino, Salud!”. Ese gran pueblo que tantas ganas de triunfar en el mundo poseía, desplegó gran esfuerzo para desde abajo poder tocar el cielo. ¿Ha sido devuelto tal favor? ¿El pueblo actual ha de valorar tal asaña? ¿Somos dignos de tal pasado esplendor?
Muchas respuestas han de generarse, pocas han de ser las correctas. Sin embargo la realidad sigue aquí: Un país, una patria -que tan grande podría ser, que tal potencia podría resonar desde un polo hacia el otro- ha de estar vacío de honores , compuesta de una sociedad libre, que hoza del libertinaje bajo el poder "autoritario" que día a día hunde cada expectativa que dichos honorables hombres esperaban cosechar.
“El valiente argentino a las armas, Corre ardiendo con brío y valor” Resonaban las voces de aquel pueblo que estos campos alguna vez poblaron, pues ¿Dónde ha quedado tal amor a la patria?
Muchas respuestas han de generarse, pocas han de ser las correctas. Sin embargo la realidad sigue aquí: Un país, una patria -que tan grande podría ser, que tal potencia podría resonar desde un polo hacia el otro- ha de estar vacío de honores , compuesta de una sociedad libre, que hoza del libertinaje bajo el poder "autoritario" que día a día hunde cada expectativa que dichos honorables hombres esperaban cosechar.
“El valiente argentino a las armas, Corre ardiendo con brío y valor” Resonaban las voces de aquel pueblo que estos campos alguna vez poblaron, pues ¿Dónde ha quedado tal amor a la patria?
Nuestros actuales políticos -nos los representantes- quizás tengan tal respuesta. Ellos que gozan del trono sin saber el valor que éste tiene; sin saber que éste representa al pueblo argentino (siendo el mismo tanto un jujeño, porteño o fueguiño). ¿Tan grande avaricia recorre en sus venas? ¿Tan poco cariño hoza de presenciar el bastón sagrado?
Años de luchas que todos estudiamos alguna vez en el colegio osando entender los tan hermosos frutos que éstas dieron, han de ser víctimas de la ignorancia de los poderosos, que tan solo buscan su propio bien, usando al sufrido pueblo para sus tan egoístas fines.
"Unitarios, Federales", palabras que quizás deberían formar parte de un pasado, siguen siendo en el presente motivo de confrontaciones.
"Unitarios, Federales", palabras que quizás deberían formar parte de un pasado, siguen siendo en el presente motivo de confrontaciones.
Campos minados de oro ha de poseer nuestra tierra; la Patagonia, el norte, el litoral y hasta los extensos campos pamperos con capacidad de alimentar al mundo han de ser desperdiciados, despoblados y a los pocos que si viven entre dichas valiosas tierras, olvidados. Por lo contrario, tal concentración de poder en la ciudad autónoma es la muestra de que tras 200 años el pueblo logro mal interpretar cuyo valor nuestra patria tiene.
Tenemos que llenarnos de orgullo de lo que poseemos y de lo que podemos cosechar en días, de amor por nuestra bandera y nuestra propia cultura; para así poder cumplir cuyas expectativas tales hombres dejaron luego de tan gran asaña.
Podemos ser un país en serio, quizás nos falta entender que debemos sufrir grandes esfuerzos para luego poder remontar la grandeza que este Granero del Mundo fue.
Tenemos que llenarnos de orgullo de lo que poseemos y de lo que podemos cosechar en días, de amor por nuestra bandera y nuestra propia cultura; para así poder cumplir cuyas expectativas tales hombres dejaron luego de tan gran asaña.
Podemos ser un país en serio, quizás nos falta entender que debemos sufrir grandes esfuerzos para luego poder remontar la grandeza que este Granero del Mundo fue.
Ha de poder verse que -a pesar de que la mala política siga con el poder- el pueblo argentino comienza a despertar esos valores que se habían echado atrás, muy de a poco, conjuntamente con una digna fé.
Así, vamos a poder llenar de granos nuestros campos, de salud nuestro interior, de patriotismo nuestras almas y de poder nuestra patria; para luego ser nombrados como aquellos valiosos hombres del bicentenario que osaron continuar lo que el primer pueblo comenzó.
Por Rodríguez Patricio H. Domingo, 25 de Mayo de 2010.